(imagenes gentileza de www.infoeme.com y Diario Popular)
Fuentes propias, Perfil, Infoeme y Diario Popular - Desde el 11 de marzo, día en que se conoció la resolución 125 sobre retenciones móviles, la dirigencia política no había enfrentado un reclamo cara a cara tan áspero. Un grupo de 300 personas ligadas directa e indirectamente al campo, provenientes de Azul, Laprida y La Madrid, el propio Olavarria y de nuestro distrito, hicieron sentir su bronca ante el gobernador Scioli al no ser atendidos an la audiencia solicitada al primer mandatario bonaerense.
La furia se desató cuando los manifestantes se anoticiaron que Scioli no los recibiría en razón de que uno de los puntos exigidos era que la prensa estuviera presente, según pudo constatarse este martes en diálogo con uno de los 6 chavenses que participaron de la manifestación. El acto organizado en Olavarría era para anunciar ante 50 intendentes bonaerenses el lanzamiento de créditos para compra de maquinaria vial. Entre los jefes comunales de la zona, estaban presentes el tresaroyense Sanchez, el juarense Gamaleri y el intendente de nuestro medio Daniel Vissani.
Recordemos que en enero Vissani había solicitado la compra de maquinaria para recambio de parte del parque automotor vial que está obsoleto. Estos prestamos que lanzó ayer Scioli en Olavarría son de carácter blando, con un año de gracia, tasa anual del 9,5%, y 5 años de plazo para pagar créditos que van hasta el millón de pesos.
En el ranscurso del acto, el gobernador Daniel Scioli, el intendente José Eseverri, el gabinete provincial casi completo y varios de los 50 intendentes bonarenses pidieran diálogo para solucionar el conflicto por las retenciones, en tanto que unos 300 productores rurales que permanecieron afuera se desbordaron producto de la negativa de Scioli y protagonizaron los incidentes más duros que haya vivido en carne propia la dirigencia de la Provincia desde que empezó la tensión con el sector rural.
Los manifestantes traspasaron las vallas (ver secuencia de imagenes) y arremetieron a huevazos contra la combi en la que el gobernador Daniel Scioli salió a toda velocidad del Palacio Belgrano. Luego hubo intendentes y funcionarios agredidos verbal y físicamente y con sus autos dañados, además de gruesos insultos y cánticos agresivos que se mezclaban con vivas a la Patria, marcaron una jornada de inédita violencia política en Olavarría.
Frustrada la posibilidad de expresarle sin medias tintas su crítica opinión al mandatario provincial, los ruralistas rodearon los palacios San Martín y Belgrano para tener copadas todas las salidas por las cuales pudieran marcharse el Gobernador y los intendentes. Los productores dijeron que les negaron la audiencia con el Gobernador porque ellos querían que la prensa estuviera presente. De todos modos, como aclaró Juan Manuel Núñez cuando leyó la proclama que pensaban leer ante la cara de Scioli, no tenían interés en dialogar sino, simplemente, dar a conocer su opinión. La lectura de la carta se realizó pasadas las 18:20, frente a la casilla instalada en la esquina del teatro Rivadavia al frustrarse la reunión prevista entre Scioli y los productores.
El tenor de la carta es el siguiente:
"Olavarria 1ro de Julio del 2008
Gobernador Scioli:
Podríamos decirle...
-Que en el centro de la provincia acabamos de perder, literalmente, dos cosechas. La fina por heladas, la gruesa por sequía.
-Que los números de la campaña agrícola que se inicia arrojan quebranto, de no mediar rindes excepcionales.
-Que el precio del terreno es el mismo que el de hace tres años.
-Que la carne en el mostrador es inalcanzable para una gran cantidad de compatriotas a pesar de haber incumplido hasta la exportación de la cuota Hilton.
-Que la faena de hembras es la más alta de la historia.
-Que la liquidación de tambos es la más alta de la historia.
-Que la transferencia de recursos de los productores a los exportadores, a la cadena del trigo, de la soja y de los aceites es una inmoralidad.
Podríamos tratar de explicarle la cantidad de situaciones límite a la que nos ha llevado la administración a la que usted pertenece. Pero estaríamos perdiendo el tiempo. Porque usted, así como el gobierno central, conocen perfectamente nuestra situación.
No adherimos, de ninguna manera, a la teoría de que están mal asesorados o que no conocen el tema.
Sabemos perfectamente que este es un plan bien organizado desde la mala fé. Desde el engaño. Desde la manetira y la difamación. Desde la promoción de enfrentamientos sin límite entre hermanos. Desde la discriminación y la ilegalidad que supone esgrimir argumentos como la "renta extraordinaria", un disparate que no tiene asidero legal alguno. Sabemois que este dialogo que ahora asoma es para distraer y amansar. Pasamos años buscando desesperadamente ser escuchados. Que alguien se ocupara de verdad de la situación que, desde el principio, fue un escándalo. Y nos ignoraron. Ahora ya es tarde. No le creemos gobernador. Ni a usted ni al gobierno al que responde. Han perdido la credibilidad, que se gana con los años y se pierde en apenas cien días.
En consecuencia, queremos expresarle nuestro más firme repudio por su actitud de abandono, de sumisión, de cobardía. Del oportunismo que significa intentar hablar cuando se ha perdido todo.
'Con la comida no se jode' dijo usted hace un par de días. Estamos de acuerdo. Venimos anunciando el peligro que estas políticas significan para el futuro de la alimentación de nuestro pueblo.
'Con el campo no se jode más, gobernador scioli', dijimos nosotros el 11 de marzo del 2008.
La gente del campo de Olavarria"
Si bien del medio centenar de jefes comunales hay muchos que comparten la posición del campo, a los manifestantes eso no parecía importarles demasiado: estaban para recibir un aporte financiero del Estado y eso ya los tornaba, cuanto menos, sospechosos de genuflexión ante el poder que impone las retenciones móviles.No hay grises admisibles para un buen número de productores: o se está con ellos o contra ellos, dejaron ayer bien en claro en los hechos.
Claro que la mayor parte de éstos no tenían precisamente el aspecto de barras bravas de fútbol o grupos de choque sindicales. Había muchas señoras entradas en años y adolescentes que perdían su aspecto tímido al vociferar alguno que otro insulto. Mujeres de mediana edad vestidas con ropa informal pero agitando banderas o golpeando cacerolas. Hombres a los que el trabajo duro y las inclemencias del tiempo sobre la piel no les son ajenas.